“Pecado”
En el estudio de la Biblia de esta semana, vamos a ver el retrato bíblico del pecado como un problema individual y corporativo.
Esta semana, les invitamos a reflexionar sobre la tristeza y la ira que ha estallado en nuestro país por la injusticia racial en nuestra sociedad. También les invitamos a reflexionar sobre el crudo y honesto retrato del pecado humano en la Biblia.
Los autores bíblicos quieren que miremos con honestidad nuestros fracasos personales y comunitarios, pero no para que podamos culpar a otros o para que nos odiemos a nosotros mismos. Más bien, una evaluación honesta de nuestra condición humana nos señala la única fuente de esperanza final: el amor generoso de Dios que tiene el poder de recrearnos como nuevos humanos que pueden amar verdaderamente a Dios y a nuestro prójimo.
El pecado es la “mala palabra” más usada en la Biblia, pero también es la más variada. En su forma más básica, Pecado significa simplemente errar el tiro, o quedarse corto de un objetivo. En este video, exploraremos el concepto de “fracaso moral” que subyace a esta importante palabra bíblica. Prepárense para descubrir un retrato profundo y realista de la condición humana.
Es la primera vez que la palabra “pecado” aparece en la Biblia. Fíjense que el pecado es representado como una poderosa entidad de tipo animal que atrae a Caín para que su ira celosa se convierta en violencia contra su hermano. No es sólo que Caín haya cometido un pecado, aunque eso es cierto. Es que se entregó al poder de otra historia sobre la dignidad humana… una que no valora la vida de su hermano. En la historia de Caín, el pecado es un poder que lleva a una visión distorsionada de nosotros mismos y de los demás. Esta distorsión se extiende a su familia y comunidad, ilustrada en la historia de su violento descendiente Lamec. Este es un profundo retrato del pecado que tiene un inmenso potencial para ayudarnos a entender el poder del pecado en nuestras propias vidas, familias y comunidades.
En este poema escuchamos la confesión del Rey David después de cometer los atroces crímenes de adulterio y asesinato contra su propio pueblo. Utiliza imágenes poderosas para describir cuán distorsionado se ha vuelto su carácter, manchado, roto, culpable, pero también pinta un retrato contrastado de la generosa misericordia de Dios hacia sus fallidas criaturas humanas. Dios está dispuesto a limpiar y lavar, a reparar y recrear, a ofrecer perdón. Noten que David no busca esperanza en su propio poder y habilidad para reformarse a sí mismo. Más bien, busca la compasión y el poder de Dios para crear una nueva humanidad, una que viva por la voluntad y el amor de Dios.
Aquí Juan invita a la gente que vive en la oscuridad del compromiso moral a entrar en la luz divina de la verdad y el amor de Dios. Él alienta la honestidad para que dejemos de tratar de ocultar nuestros fracasos (recuerden, eso es lo que significa “pecado”) y en su lugar los saquemos a la luz. ¡Eso es lo que significa caminar en la luz! Y estamos abiertos sobre nuestro pecado no porque pensemos que podemos hacerlo mejor, sino porque confiamos en que el amor de Dios ya se ha movido hacia nosotros en la vida, muerte y resurrección de Jesús. Es al centrarnos en el amor eterno de Dios que encontramos la motivación para la verdadera confesión y esperanza.